Leclerc frustrado por un Ferrari 'impredecible' en Las Vegas
El monegasco terminó noveno en la clasificación tras sufrir con las condiciones mixtas y un monoplaza difícil de controlar
La noche de Las Vegas no sonrió a Charles Leclerc. El piloto monegasco de Ferrari se mostró visiblemente frustrado tras finalizar la clasificación en la novena posición, muy lejos de las expectativas del equipo italiano en un momento crucial de la temporada donde pelean por el campeonato de constructores.
El principal problema para Leclerc fue la naturaleza 'impredecible' de su SF-24, que no le permitió encontrar el ritmo necesario en las complicadas condiciones mixtas que presentó el circuito callejero de Las Vegas. Las características únicas de este trazado, con grandes variaciones de temperatura en el asfalto y zonas de grip inconsistente, magnificaron las dificultades del Ferrari.
"Estamos sufriendo enormemente", admitió el piloto de Mónaco, palabras que resumen la difícil sesión de clasificación vivida por la Scuderia. La falta de predictibilidad del monoplaza impidió a Leclerc atacar con confianza en los momentos clave, resultando en una eliminación prematura que lo dejó fuera de las posiciones de privilegio.
Este resultado contrasta notablemente con el rendimiento mostrado por Ferrari en carreras recientes, donde parecían haber encontrado un mejor equilibrio con el coche. Sin embargo, las particulares condiciones de Las Vegas han expuesto debilidades en la ventana de operación del SF-24 que el equipo deberá analizar a fondo de cara a la carrera.
La clasificación estuvo marcada por las condiciones mixtas, con diferentes niveles de adherencia a lo largo del circuito que complicaron la puesta a punto de todos los equipos. Mientras algunos rivales lograron adaptarse mejor, Ferrari quedó relegado en una posición comprometida para la carrera del domingo.
Con el campeonato de constructores aún en juego, este noveno lugar de Leclerc representa un golpe importante para las aspiraciones de Ferrari. El monegasco tendrá que remontar el domingo desde una posición complicada en un circuito donde adelantar, aunque posible, requiere asumir riesgos considerables.
La frustración de Leclerc es comprensible: en un momento donde cada punto cuenta, el rendimiento errático del Ferrari en Las Vegas podría resultar costoso en la batalla final por el subcampeonato de constructores que mantiene a la Scuderia en pugna con sus rivales directos.
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